Las calles comienzan a llenarse de hojas que caen de los árboles. Llegó el otoño y con él, algunos de los ingredientes más esperados de esta temporada.
Ya puedes encontrar en tiendas y mercados productos como calabazas, guayabas, mandarinas y las mejores manzanas del año. Para que aproveches las bondades que nos da la tierra durante el otoño, te compartimos esta sencilla receta para hacer un postre delicioso y reconfortante para las tardes frías de octubre.
Ingredientes
4 tazas de aceite vegetal para freír
1 1/2 tazas de harina de trigo
1 cucharada de azúcar
2 cucharaditas de polvo para hornear
1/2 cucharadita de sal
2/3 de taza de leche
2 huevos
1 cucharada de aceite vegetal
3 tazas de manzanas; peladas, sin corazón y picadas
Para el glaseado
1 taza de azúcar glass
1 cucharada de canela en polvo
2 a 4 cucharadas de leche
Procedimiento
Calentar el aceite en una olla o freidora. Mantener entre 180 y 190° C.
En un tazón grande, mezclar la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.
Agregar la leche, los huevos y la cucharada de aceite hasta que estén bien combinados.
Integrar las manzanas hasta que se distribuyan uniformemente.
Verter cucharadas de masa en el aceite caliente para formar una especie de “tortitas”. Freír hasta que estén doradas, aproximadamente 2:30 minutos por cada lado.
Retirar del aceite y dejar escurrir el exceso sobre toallas de papel.
Mezclar el azúcar y la canela con la leche, agregándole poco a poco hasta conseguir una consistencia líquida. Revolcar los buñuelos en la mezcla mientras aún están calientes. ¡Disfrutar!
Calentar el aceite en una olla o freidora. Mantener entre 180 y 190° C.
En un tazón grande, mezclar la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.
Agregar la leche, los huevos y la cucharada de aceite hasta que estén bien combinados.
Integrar las manzanas hasta que se distribuyan uniformemente.
Verter cucharadas de masa en el aceite caliente para formar una especie de “tortitas”. Freír hasta que estén doradas, aproximadamente 2:30 minutos por cada lado.
Retirar del aceite y dejar escurrir el exceso sobre toallas de papel.
Mezclar el azúcar y la canela con la leche, agregándole poco a poco hasta conseguir una consistencia líquida. Revolcar los buñuelos en la mezcla mientras aún están calientes. ¡Disfrutar!
